Antiguo ejercicio chino que libera el néctar celestial,
la sonrisa interior, que derrama como bálsamo para equilibrar cada órgano de tu
cuerpo
·
Colócate en una postura cómoda.
Sonríe
internamente a todo tu cuerpo.
·
Derrama esa sonrisa sobre tus pulmones y tu
intestino grueso que se afectan por la tristeza
·
Respira y sonríe internamente.
·
Relájate profundamente y derrama ese néctar
celestial sobre tu corazón y tu intestino delgado, que se ven desequilibrados
por la prisa y ansiedad.
·
Respira y relájate cada vez más.
·
Derrama tu sonrisa sobre el estómago, el bazo
y el páncreas que se ven alterados por la preocupación y los pensamientos
obsesivos.
·
Relájate percibiendo esa dulzura y alegría
envolviendo tu cuerpo.
·
Suelta una sonrisa para abrazar al hígado y a
la vesícula biliar, que se desequilibran por la ira, el resentimiento y la amargura
retenida.
·
Libera a tu cuerpo cada vez más.
·
Finalmente derrama tu sonrisa interior al
riñón y a la vejiga, que se estancan con el miedo, las fobias y los conflictos
de pareja.
·
Suelta y sonríe para que tu cuerpo se alegre
de estar vivo.
.